El Acompañamiento Familiar, corazón de la política pública de primera infancia
Por Bernardita Bordón
Así como el corazón es vital para nuestra existencia, así también en el desarrollo local el acompañamiento familiar es lo que da vida distintiva a la política pública en primera infancia. Con un enfoque y perspectiva de familia, esta metodología de atención, contención y abordaje uno a uno, artesanal y profesional es el que hace la diferencia al momento de realizar evaluaciones de impacto y mediciones longitudinales de las distintas acciones implementadas. ¿Qué características tiene este método? Que es sencillo, cercano y, al mismo tiempo, efectivo.
Se trata entonces, de enunciar sólo algunas notas características del método, que como tal es una serie de pasos, estrategias y procedimientos susceptibles de ser adaptado a otras realidades, a saber:
1) Un Estado que sale al encuentro. Un Estado activo que sale a la búsqueda de los más vulnerables, de los invisibles, de los que no llegan. No es el Estado receptor que espera a que lleguen los que más lo necesitan, se trata de llegar antes como método de prevención y promoción.
2) Abordaje multidimensional. porque cuando hablamos de vulnerabilidad estamos hablando de carencias, privaciones que ya traspasaron hace tiempo la barrera de lo monetario y estructural. Se trata de poner en el centro de la Política Pública a la persona, pero no solo UN aspecto de ella, sino todas sus dimensiones ya que entender una problemática es poder mirar con totalidad al ser humano y entender su realidad.
3) Búsqueda de trascendencia. Equipos y personas que acompañan, que forman parte de un proyecto, que en definitiva buscan en ese uno a uno, volcar una vocación para mejorar e ir hasta el hueso de cada caso. Se busca, aportar con el acompañamiento a la mejora de la vida de las personas.
4) Artesanal y profesional. El uno a uno, cuerpo a cuerpo y el enfoque artesanal y profesional son características definitorias del método, ya que el acompañamiento es singular, único, personal y al mismo tiempo está dotado de profesionalismo y abordaje multidisciplinar. Esto requiere de desarrollar diagnósticos (líneas de base) que son fundamentales para entender la realidad de las familias acompañadas y los objetivos a corto y mediano plazo a trabajar. Lo anterior comporta un trabajo del plan de acción que es tan único como la realidad de esa persona y su familia. Por ello, la evaluación inicial, los registros, las supervisiones técnicas con equipos multidisciplinarios y establecer un PLAN, son decisivos para el éxito.
5) Acompañar a quienes Acompañan. Equipo Multidisciplinar. El registro, monitoreo, supervisión de las intervenciones y acompañamiento técnico son fundamentales. Para lograr visibilizar la incidencia es importante acompañar a los que acompañan, orientar en los registros de visitas y contactos, monitorear las acciones y plan de acción con un equipo multidisciplinario que focalice en función de los objetivos del programa y priorice según las urgencias, emergencias, recursos disponibles y necesidades.
6) Actitud de Servicio. Ser conscientes que todo el equipo se encuentra al servicio de las personas que acompañan, las familias y la comunidad. Somos servidores públicos y esto requiere de una actitud y aptitud en donde el todo es antes que las partes y en donde todos buscamos hacer el Bien sin importar el lugar que nos toque desempeñar en el camino.
7) Acompañar sin juzgar. Acompañar a familias en situación de Vulnerabilidad integral, requiere de librarnos de prejuicios en donde las preguntas ¿Por qué no viniste?, ¿Por qué faltaste?, ¿Por qué tardaste tanto? Se reemplazan en el primer encuentro por “Qué bueno que estás acá”, “No estás sola”, “te voy a acompañar para que la próxima vengamos juntas”, sin necesidad de caer en la condescendencia, sino más bien ser faros de acogida e instrumentos para ayudar a revertir esas faltas de adherencia y asistencias, con compasión, educación, información y remarcando la importancia de por ejemplo de asistir a los turnos, realizar los controles de salud etc. Las faltas de controles de salud durante el embarazo, o en los controles pediátricos en ocasiones son solo la punta del iceberg de múltiples vulnerabilidades y problemáticas.
8) Educación. Educar para lograr autonomía, en definitiva para ser más libres. Entender la importancia de completar el calendario de vacunas, de poder adherir algún centro de salud, lograr sacar turnos y lograr la asistencia son parte de un acompañamiento que no resuelve sustituyendo a la persona en esa responsabilidad, sino que al principio se colabora para dar respuesta a la emergencia y necesidad de atención inmediata para luego dar paso a que cada familia pueda realizarlo por sí misma, esto que para el mundo puede significar algo pequeño, es el corazón de la autonomía, el principio de muchos pasos de libertad.
9) Comunidad. El camino no se transita en solitario, el acompañamiento sólo se logra en sinergia con las organizaciones e instituciones de la comunidad, del barrio de esa familia, por ello el plan de acción sólo será efectivo cuando éste se apoye en los pilares de la comunidad que darán sostenimiento a todas las acciones.
10) Sinergia público privado. En relación a lo anterior, es fundamental la articulación entre el Estado y las Organizaciones de la Sociedad Civil, empresas e instituciones que trabajan en la misma temática y llevan adelante acciones que colaboran con los objetivos del acompañamiento familiar. Este es un capítulo que es de suyo muy importante para el fortalecimiento de la estrategia.
11) Puerto seguro. Vínculos que sanan, salvan y sostienen. Proponer un caminar juntos en donde el vínculo del acompañamiento significa muchas veces el único vínculo amoroso, de contención de esa madre o familia. El puerto seguro en donde poder encontrar apoyo, orientación y guía. Es mostrar que existen vínculos que son sanos y buenos, que hay otras cosas, que existen otros modos de querer, apreciar y cuidar.
12) Calidad y calidez. Es difícil encontrar estas palabras en las Políticas, parece que cuanto más alejado de estos términos se es más profesional, sin embargo el corazón de toda política pública es el hombre, por tanto el amor, lo bello, la ternura, la compasión deben ser centrales, de nada sirve las estadísticas o enlatados importados sino tienen en cuenta a la persona, su dignidad y su integralidad. Por ello toda acción e intervención en primera infancia y desde el acompañamiento familiar debe contemplar estas condiciones de belleza como aspiración a lo bueno y noble; amor como estilo de vincularse, alegría como estilo de vida, compasión para acompañar totalmente al otro en su dolor y no solo entenderlo, sino que transitar con él ese camino de cruz; todo lo anterior se pone de manifiesto en la CALIDEZ y la CALIDAD que deben iluminarlo toda política.
Por tanto, el acompañamiento familiar es y debe ser una estrategia de la política pública para todo municipio, dado que contribuye con evidencia científica y resultados a reducir la pobreza multidimensional y las enormes brechas de inequidades, es una herramienta para visibilizar a los invisibles, a los que no llegan, darles la mano y acercarlos a las instituciones que ayudaran al desarrollo fundamental de la persona y su dignidad.
El Acompañamiento Familiar debe ser una intervención municipal clave durante los mil días de la primera infancia, etapa clave para el desarrollo de cualquier persona y el capital humano de ese municipio pero también de la Nación.
Está comprobado, la evidencia científica del acompañamiento familiar indica que este es el camino a seguir. Jamaica con el Programa Reach Up y el caso del municipio de San Miguel con el programa 1000 Días, son casos con mediciones longitudinales que demuestran internacional y localmente la efectividad de la metodología. Así, el primero cuenta con mediciones de más de 20 años y el segundo con más de 8 años de implementación, ambos con impactos concretos.
Se trata de políticas sencillas, de bajo costo y gran impacto, con una tasa de retorno, tal como lo expone el premio nobel de economía James Heckman, de más del 10%, y con ecos eternos. Por todo ello, las políticas de Acompañamiento Familiar son necesarias para afrontar todos los desafíos que enfrenta lo local en materia de primera infancia: acompañar el embarazo vulnerable, familias atravesadas por la violencia, embarazadas en consumo de drogas, la ausencia de vínculos saludable y proyecto de vida, salud mental etc…
Solo hay que tener la decisión política de querer hacerlo. Sin miedo. Porque ante la pobreza que ya no solo es estructural, sino que es de amor, de presencia de familia, de referentes positivos, carencias de vínculos sanos; ante la violencia, la droga, el aborto…la respuesta es el amor con obras, evidencia y profesionalismo, eso es lo disruptivo: EL AMOR DESDE LA POLÍTICA PÚBLICA, que inicia con la vida misma. Y como decía San Juan Pablo II, el amor vence siempre. Así pues, el acompañamiento familiar de comprobada trayectoria y con una estrategia comunitaria y amorosa, es el corazón de la política pública en primera infancia, lo que marca la diferencia. Ése es el camino.