Distributismo. Recapitulando brevemente a Hilaire Belloc
Distributismo. Recapitulando brevemente a Hilaire Belloc
Por Domingo R. Godoy
Especialista Economía Social
Si es difícil escribir en situaciones normales sobre temas generales o particulares de cierta importancia, mucho más difícil resulta realizar un trabajo sobre una envergadura humana como la de Hilare Belloc (1870-1953) y más cuando pretendemos vincularlo con su gran amigo, Chesterton…Urgidos por la “tiranía” del espacio, sobre todo en el caso de las ediciones papel, demanda cierta audacia para esta empresa.
Llama nuestra inquietud el hecho de haber descubierto un brevísimo documento de Hilaire Belloc, titulado LA IGLESIA CATÓLICA Y EL PRINCIPIO DE LA PROPIEDAD PRIVADA. Vale la pena rescatar, la génesis: de la Editorial Norte Argentino en la prolífica Tucumán; fue producido en junio de 1944 y publicado en los Talleres Gráficos “El Progreso”. El trabajo, de no más de 30 páginas, condice con la capacidad de HB. La humildad en la extensión con la grandiosidad del contenido. Así respeta lo elogiosamente dicho por G.K. Chesterton sobre el autor: “…alguien con los mismos motivos que yo para producir periodismo y que, sin embargo, sólo ha producido literatura”
Este ejemplar bibliográfico que nos convoca, se basa en los documentos que HB llama de “LOS PIOS”: PÍO XII (1939-1958); PÍO IX (1846-1878); PÍO XI (1922-1939) y PÍO X (1903-1914); habiéndose originado previamente, la RERUM NOVARUM (1891) de LEÓN XIII (1878-1903) y enriquecida por el Papa Pio XI en su encíclica Quadragesimmo Anno de 1931.
HB formó un grupo de intelectuales que aspiraban no tanto a consolidar los valores de la fe como a establecer una jerarquía social más precisa y una sociedad menos utilitarista. Con oposición a las corrientes materialistas y anárquicas de la segunda mitad del siglo XIX y su afianzamiento en los viejos postulados del pragmatismo, intentaban refutar el principio de la libertad de juicio.
Con G.K.C., Cecil (la esposa) y Arthur Penty. H.B. irrumpió en lo que se llamaría el DISTRIBUTISMO, o distribucionismo o distributivismo; un sistema económico-político basado en los documentos sociales antes citados. Gran parte de sus expresiones son coincidentes con ese pensamiento… la defensa de la propiedad es la base. La multiplicación de gran número de PEQUEÑOS PROPIETARIOS es la condición para la difusión de una justa distribución.
El Libro presenta 10 planteos (a modo de ideas “disparadoras”) que citaremos a continuación y que muestran su preocupación esencial:
1. De cómo la propiedad se asienta en las necesidades del ser humano. Intervención de la voluntad humana en todas las fases del proceso;
2. Coexistencia de la propiedad pública y privada; hoy se controvierte la segunda. Base oculta de la actual negación de la propiedad privada. La Iglesia Católica paladín de la propiedad privada. Defensores turbios e interesados.
3. La Iglesia Católica frente al socialismo. Cuatro proposiciones que encierran la doctrina de la propiedad privada. Derecho moral.
4. Ejemplos que ponen a prueba la definición; a) Situaciones extremas; b) La miseria y la propiedad privada; c) La pobreza y la propiedad privada; d) La opinión de la mayoría frente a la propiedad privada; e) Caso hipotético de la unanimidad frente a la propiedad privada. Alcance de una decisión de la índole; f) Pocos propietarios frente vos. La Iglesia liberadora en el pasado y en un posible porvenir próximo.
5. El principio de la propiedad privada sigue inconmovible porque descansa en lo normal de los instintos y de la razón humana.
6. Señales del gran capitalismo; virulencia creciente; falseamiento de la propiedad privada.
7.La solución radical para aliviar la humanidad del gran capitalismo: el socialismo. Antigüedad del mismo.
8. El cimiento filosófico del socialismo es el materialismo. Fragilidad y Contradicción intrínseca.
9. El espejismo de la solución socialista. El argumento negativo en favor de la propiedad privada.
10. La propiedad privada y la libertad son concomitantes. La distribución de la propiedad privada al mayor número de familias, única manera de llegar a una organización duradera y justa. La libertad es una función de la propiedad privada.
En cada disparador, genera una rica explicación y desarrolla la tesis, con el sentido común y solidez que lo caracteriza. Digamos, que flota sobre todo la idea del distributismo, germen de uno de los grandes temas que nos preocupa cual es la justa distribución de la riqueza.
Asimismo, equilibra la crítica entre lo que llama el espejismo de la solución socialista y el ejercicio, casi ilimitado de la proliferación del capitalismo. Este último, no como la propiedad de los factores de producción sino en tanto la supremacía de una clase minoritaria, que detenta, escudada en el anonimato de la posesión el poder económico.
Señala que los participantes -supuestamente libres para competir, pero privados de la propiedad de los medios de producción- acceden cada vez más en forma limitada a su supervivencia, viendo además en el futuro, el reemplazo de su capacidad de trabajo por la máquina.
Vale la pena rescatar la obra y leerla detenidamente, como dijera G.K. Chesterton, acompañando la otra gran obra de Belloc, El Estado Servil.