La vigencia del principio de la propiedad privada en la obra de un grande: Hilaire Belloc
Belloc, H., El principio de la propiedad privada. Actualidad del planteo clásico, comentarios de Domingo R. Godoy y Néstor G. Luján, Ediciones Civilidad.
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Fundación Civilidad ha publicado, recientemente, un opúsculo de Hilaire Belloc cuyo título original es “The Catholic Church and the Principle of Private Property”.
Como observa Belloc en esta obra, en toda actividad humana sobre lo que le rodea, “cualquiera sea ella o cualquiera sea el sitio en que se ejerciere, no puede menos que estar presente aquel elemento de fiscalización (voluntaria). Para ello usamos un vocablo muy sencillo, y este sencillo vocablo es la palabra PROPIEDAD”.
Luego de plantear la coexistencia de la propiedad pública y privada, previene contra la negación de la última que formula el socialismo.
Sostiene que la Iglesia Católica “es por doquier la defensora, la sola defensora denodada del derecho de la propiedad privada”. El principio de la propiedad privada es algo “esencialmente moral”. La propiedad privada “es algo normal al hombre, racional, digna ser alabada, extendida y asentada”.
Como afirma Belloc, la Iglesia Católica es “el único cuerpo organizado y coherente de pensamiento y de filosofía que universalmente y sin compromiso mantiene el principio de la propiedad privada con todas sus consecuencias naturales”.
Por un lado, los límites de la propiedad privada “pueden variar a tenor de las costumbres y tradiciones” pero “su existencia, como institución normal de la sociedad humana, es esencial a la salud de tal sociedad”.
Belloc advierte sobre la mala reacción que representa el socialismo negando el principio de la propiedad privada respecto del capitalismo industrial de aquel entonces. En continuidad con otras de sus obras, Belloc vincula a este capitalismo con la Reforma Protestante. Enuncia algunas señales de este “gran capitalismo”. Ahora importa destacar una de ellas por su actualidad: “6. Divorcio de la personalidad y de su producción, esto es, una propensión a reemplazar el hombre por la máquina, quitarle el producto de sus propias manos, quitarle todo el orgullo de su propia obra, y echar al mercado el producto sin el sello del carácter humano”. Este gran capitalismo se maneja con idea falseada de propiedad privada.
La Iglesia Católica, en el mundo moderno, presenta “una defensa racional y moral de la propiedad privada, como una institución de la vida normal del hombre”. Esta racionalidad y moralidad de la propiedad privada supone que ésta y la libertad son concomitantes. La clave está en la difusión de la propiedad. De esta manera, puede hablarse de una sociedad “en que la distribución de la propiedad beneficia un cierto número de familias, invistiéndolas de la calidad de propietarias, y por tanto manejando los medios de producción”. En el mismo sentido, la proporción de estas familias “debe ser tal que ella dé al Estado su tono dominante y su nota específica”.
De esta manera se comprende que Belloc sostenga lo siguiente: “Un solo remedio existe contra los males del gran capitalismo, males provenientes de su rebelión fundamental contra la Iglesia Católica y de su ataque directo contra la propiedad y sus puntales. Consiste en una mejor distribución de la propiedad y del trabajo”.
El opúsculo es comentado tanto por Domingo R. Godoy como por Néstor G. Luján. Con sus observaciones muestran la actualidad del pensamiento de Belloc en general y, en particular, en lo que se refiere a la doctrina sobre la propiedad privada.
Debe celebrarse la re-aparición de esta obra en tiempos en que parece no haberse resuelto la falsa dialéctica entre liberalismo y socialismo. Tanto uno como otro forman parte de un mismo problema social. La económica es la cara visible de una matriz ideológica de fondo cuya coincidencia se inspira en el inmanentismo y el materialismo. La solución a las diversas “cuestiones sociales” se encuentra, nuevamente, en la Doctrina Social que se apoya tanto en principios sobrenaturales como naturales en perfecta armonía co-relacionados. Mostrar esta auténtica solución fue uno de los desvelos de Hilaire Belloc.
DOMINGO R. GODOY. Contador Público Nacional y Perito Partidor. Universidad Nacional de Cuyo (UNC).; Maestría en Docencia. Universidad de Mendoza (UM); Egresado en Descentralización de la FUNDACIÓN KONRAD ADENAUER Alemania. Diplomado en Descentralización y Desconcentración I.I.A.P (Instituto Internacional de Administracion Pública.) Paris; Ex Director y Asesor INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Docente UNC, UM, UCA. Experto en Economía Social. Publica regularmente artículos de la especialidad en revistas y periódicos como Correveidile, Mundo Mutual, CIVILIDAD, Los Andes, etc. Autor del “Manual de economía social”; “Valores y principios Belgranianos para la economía social.”; “Vidas Argentinas Intensas”.
NESTOR G. LUJAN. Dr en Filosofía. Universidad Nacional de Cuyo; Profesor de Filosofía. Universidad Nacional de Cuyo; Presidente de la FABHUM (Federación Argentina Bachillerato Humanista Moderno); Profesor Ciencias Económicas, Negocios y Administración de la Universidad de Mendoza; Profesor Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras. U. N.C.; Rector Colegio San Francisco Javier y Presidente Instituto Leonardo Castellani.