Manual de Gestión Municipal, 2° edición revisada y ampliada
Manual de Gestión Municipal, 2° edición revisada y ampliada
por Germán Masserdotti
Como se afirma en la Introducción, el fin de la publicación es “aportar una herramienta que permita mejorar la gestión de los gobiernos locales a partir de la eficiencia y la búsqueda del bien común” (p. 15). Esta noción de bien común figura a lo largo de todo el libro y puede decirse que, en torno a ella, se organiza el contenido.
En función de este fin, el libro se estructura en dos Secciones: I. El municipio argentino y II. La gestión municipal y las políticas públicas locales. Los autores de los diversos capítulos son Eduardo Arraiza, Nayla Gasseuy, Enzo Paoleta, María Marta Orfali Fabre, Francisco Javier Martínez Martín, Cecilia Serravalle Galán, Hernán Gómez, Augusto Cervo y Héctor Pérez Bourbon.
Los temas tratados son: caracterización del municipio; gobierno municipal, administración y presupuesto municipal, sociedad y espacio municipal, política municipal, el municipio como gestor de la planificación y el desarrollo local, el municipio como gestor de la gobernabilidad local, el gobierno local por políticas públicas (monitoreo y evaluación), la política cultural local y la instrumentación de las políticas públicas y su herramienta principal: la ley.
Me interesa detenerme en algunos puntos sobre los que los autores llaman la atención:
-A propósito de la administración y presupuesto municipal, se sostiene que, actualmente, no existen “sistemas de convocatoria, selección, ingreso, inducción, capacitación y evaluación de desempeño… El régimen de escalafones agrupa el personal según categorías que no responden a las nuevas misiones institucionales” (p. 65).
-No existe una verdadera “función pública profesionalizada” en los municipios, es decir, un servicio definido como “un conjunto de reglas, jurídicas e instrumentales, relativas al modo y condiciones en que el Estado asegura la disponibilidad de personal con las aptitudes y actitudes requeridas para el desempeño eficiente de actividades encuadradas en el cumplimiento de su rol” (p. 69).
-El régimen de participación de impuestos a municipios es un aspecto fundamental en las relaciones financieras existentes entre los Estados provinciales y los municipios (p. 75).
-Se llama la atención sobre el presupuesto participativo como “un sistema de formulación, seguimiento y control de ejecución de los recursos públicos mediante el cual la población determina, en el marco de un proceso colaborativo, dónde se harán las inversiones y cuáles son las prioridades, obras y acciones que van a ser desarrolladas por el gobierno” (p. 86).
-Es cada vez más común que, en las Cartas Orgánicas, o “en los reglamentos propios de los concejos deliberantes, se instituya la banca del vecino. Esta institución es una banca «adicional» en el Concejo Deliberante (es decir que no es parte de la cantidad de miembros del cuerpo legislativo), que se dispone para que cualquier vecino pueda solicitarla y participar de las sesiones ordinarias del Concejo” (p. 93). Generalmente, los vecinos participan con voz, pero sin voto.
-Puede observarse que “uno de los factores más importantes, si no el más relevante, en aras de beneficiar el sostenimiento en el tiempo de las agencias de desarrollo y de las experiencias de asociativismo municipal, está vinculado a la identificación de los principales actores de un territorio y al involucramiento de los mismos en el proceso de desarrollo regional” (p. 146).
-Respecto del gobierno local por políticas públicas, la motivación principal “de incorporar procesos evaluativos dentro de las políticas locales forma parte de una decisión integral de mejorar la gestión de gobierno partiendo de la base de tomar decisiones informadas adaptadas a las necesidades y demandas reales de la ciudadanía” (p. 217).
-La planificación cultural “si fuera pensada para territorios con poblaciones de las características que cuentan muchas de las sociedades de nuestro país, debería concentrarse en los aspectos básicos y fundamentales, que incluso aún se encuentran en estado casi virgen, antes de comprometerse en rumbos más inciertos que no garantizan buenos resultados” (p. 239).
-Un concepto para aplicar en la función legislativa es que “las leyes deben ser acatadas por la población, pero ello sólo ocurrirá si la población considera que esa ley es útil. Si la ciudadanía se rebela contra la ley produciendo una desobediencia generalizada o si simplemente la ignora, la ley será de mala calidad” (p. 247).
Este Manual de Gestión Municipal se trata de un instrumento que ofrece contenidos teóricos seguros con proyecciones prácticas para el mejoramiento de la misión gubernamental. Se trata de un óptimo auxilio para intendentes, concejales y funcionarios y empleados municipales a fin de desempeñar responsablemente la propia tarea.