Oportunidad para valorar neumáticos de uso
por Lic. Witold Kopytyński, Lic. Luis Lehmann, Lic. Ariel Clebañer y Lic. Juan Pablo Sánchez
La economía circular se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso y regenerar sistemas naturales. De esta manera, promueve el crecimiento y el empleo, sin comprometer el medio ambiente y ofrece un marco de soluciones sistémicas para la expansión económica abordando profundamente la causa de retos mundiales tales como el cambio climático, la escasez de energía y materiales, la seguridad de las cadenas de suministro, la pérdida de biodiversidad, el incremento de residuos y de contaminación.
La Argentina requiere un ritmo mayor de avance y coordinación en la formulación de planes de economía circular. Se observan progresos dispersos en diferentes jurisdicciones administrativas y sectores económicos, sin una visión general integradora.
A pesar de que gran parte de la legislación referida a la gestión de residuos (domiciliarios o industriales) está guiada por objetivos de prevención, disminución y recuperación, el país no tiene una regulación integral que oriente las corrientes de residuos y las transforme en cadenas de valor/insumos, y guíe la producción y el consumo responsable bajo el paradigma de la economía circular.
Tampoco se cuenta con normas de responsabilidad extendida del productor en cadenas de valor como envases y embalajes, aparatos eléctricos y electrónicos, demolición, neumáticos, etc. Es de destacar que un proyecto para regular esta última corriente cuenta con media sanción.
El marco normativo de la industria, la gestión de sus residuos y su inclusión en procesos productivos que le agreguen valor a la cadena resulta fundamental para plantear la circularidad de los materiales, su aprovechamiento económico y la generación de nuevas fuentes de empleo.
Características del sector Goma/NFU2
Abordar la corriente de NFU desde la perspectiva del agregado de valor y considerarla parte integrante de una cadena de valor circular permite conocer, entre otras cosas, el grado de integración del material con otros procesos productivos, observar el panorama industrial completo, observar los sectores específicos de estudio, y analizar con mejores elementos la competencia de esta cadena de valor en el contexto internacional.
Los residuos de goma / NFU son, al final de su vida útil, materiales con una importante dispersión en el territorio nacional y cuyos tenedores finales son los usuarios de automóviles y vehículos de transporte, sea de carga como de pasajeros. En este sentido pueden considerarse como parte de los RSU en muchos casos.
La goma residual usada (cintas de transporte, recortes de calzado, bandas de rodamiento, scrap de producción de neumáticos, scrap de objetos varios, etc.) no tiene actualmente ningún mecanismo de recolección o recuperación diferenciada. Solamente en el ámbito industrial propiamente dicho una reducida cantidad del descarte de procesos (scrap) se recupera y reprocesa bajo diversas formas. Los grandes generadores industriales tienen este mecanismo implementado desde hace mucho tiempo (más de 50 años). Los diversos scraps de producción son comercializados desde las plantas industriales y procesados para obtener polvo de goma que se utiliza como carga en mezclas de caucho para la producción de objetos con diferentes requisitos de calidad. A este respecto cabe mencionar la existencia de la norma IRAM 3616 sobre superficies amortiguantes de impacto, la norma NF EN 1177, y la Ley Nº 455 del G.C.B.A, entre otras.
El mayor volumen de goma residual se encuentra bajo la forma de Neumáticos Fuera de Uso (NFU) que por su naturaleza es un material compuesto con alambres y textiles, lo que hace que su recuperación como insumo requiera un proceso más complejo que el de la goma simple.
También hay que tener en cuenta los pasivos ambientales mineros (NFU OTR) que requieren un abordaje diferente ya que se encuentran en sitios elevados, y la tecnología para su recuperación y tratamiento es completamente inexistente en la Argentina. Minas como Bajo la Alumbrera y Pascua Lama tienen entre 40.000 y 60.000 tn. de NFU considerando el total de ambas.
El caso minero tiene como ventaja que los NFU se encuentran acumulados en sitios definidos. Los NFU de tractores y equipos agrícolas constituyen otro pasivo, pero más disperso y difícil de cuantificar, que puede sumar unas 60.000 Tn más. La mayor parte de los NFU automóvil se acopian en las gomerías y en las instalaciones de recapado/recauchutaje mientras tengan valor comercial para reutilización rodante3; los que dejan de tenerlo son dispuestos, en el mejor de los casos, en rellenos controlados o en basurales a cielo abierto.
Es necesario distinguir los diversos requerimientos industriales de goma molida o granulada y las posibilidades de eliminar el pasivo ambiental, además de las consecuencias que representan principalmente los NFU, debido a la falta de destino controlado incluyendo aspectos graves de salud, tal como la propagación del dengue.
La opción con mayor potencial de aporte a esta disminución es el aprovechamiento energético residual por coprocesamiento en hornos cementeros, seguida por la incorporación a mezclas asfálticas para pavimentación de rutas y caminos, así como en pinturas y membranas asfálticas, y pisos de goma reciclada. Los usos de granulados requieren mayor inversión en tecnología y tienen bajas productividades. El coprocesamiento en cementeras de los NFU trae aparejado el abatimiento de las emisiones gaseosas de NOx y CO2. Hay ensayos de combustión recientes realizados por cementeras, que demuestran la viabilidad del uso de los NFU como combustible.
Tipos de mercados
Se puede entonces hacer una distinción entre los siguientes tipos de mercado:
- Productos de goma: requieren calidades específicas tanto para la materia prima (insumo de otro proceso) como para los productos finales de estos procesos que pueden incorporar un porcentaje de granulados o polvo de goma. En este mercado hay diversidad de objetos y diversidad de calidades finales, en el que hay que tener en cuenta los diferentes tipos de cauchos sintéticos que son específicos para objetos de diverso uso, como por ejemplo pisos de goma, rellenos de goma para diversas aplicaciones, canchas deportivas, etc.
- Insumo para asfaltos y el de combustible para procesos de producción de clinker, en los que los insumos de goma granulada/molida no tienen especificación análoga a la de los productos del mercado de objetos de goma. Estas aplicaciones pueden incorporar mayores cantidades a sus procesos con menores requisitos de calidad.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el costo de procesamiento para los diversos usos. Un polvo de goma o granulado fino, libre de impurezas como alambres y textiles, tendrá un costo de procesamiento diferente que el de las aplicaciones del mercado de asfaltos y cementos. El procesamiento para obtener polvo/granulado de goma libre de impurezas (alambres y textiles) está en el orden de USD 25/Tn, mientras que para el uso como combustible es del orden de USD 7/Tn.
En ambos mercados hay un importante déficit de capacidad instalada de procesamiento. Es necesario incorporar tecnología específica para cada tipo de mercado de usuarios finales.
Este déficit y ausencia de sistema de gestión para las gomas y NFU hace que no exista propiamente un mercado y valores para los diversos rezagos de goma. No hay propiamente un mercado porque no hay instalaciones procesadoras a gran escala, del orden de 6.000 Tn/mes. Hay un valor por Gigacaloría para los chips de 50 mm y es de un 40% del valor del gas natural. Para el polvo/granulado de goma se está en unas diez veces más.
Para dar solución a los dos aspectos mencionados, el industrial y el ambiental, puede establecerse un cronograma de metas anuales de aproximadamente 25.000 Tn procesadas. Asimismo, facilitar las inversiones y la incorporación de tecnología que permita sustituir importaciones de molidos de goma. Con este cronograma en 5 años se podría estar procesando el total de la generación anual, sin contar los pasivos preexistentes para los cuales es necesario realizar un inventario, y requerirán de una capacidad instalada suplementaria.
Los generadores de goma y NFU son principalmente los usuarios finales. En la composición de los RSU las gomas participan en un 0,54%4, no estando los NFU incluidos en esta composición. En los últimos años en algunas jurisdicciones se han instalado procesadores de NFU que actualmente procesan unas 14.400 tn. por año (la capacidad instalada total se estima en 24.000 Tn/ año). Hay algunos emprendimientos adicionales que sumarían unas 5000 tn. por año. Según la Cámara del Neumático la generación anual ha sido estimada en las 130.000 tn. Es decir que quedan unas 110.000 tn por año por ser recuperadas y procesadas.
Existen pasivos ambientales de goma / NFU en importantes cantidades en todos los municipios del país, sea en basurales a cielo abierto o en vertederos controlados. La cantidad de NFU en basurales debería figurar en un inventario nacional. Una estimación muy gruesa tomando municipios de la Provincia de Buenos Aires ronda en los 600 Tn por municipio de más de 50.000 habitantes, con lo que se estaría en 50.000 Tn, y a nivel país en el orden de 860.000 Tn.
Parte de los NFU de transporte son acopiados en predios de las mismas empresas, a la espera de poder darles destino final.
Los principales usos de los residuos de goma como insumos de otros procesos son la producción de polvo de goma para cargas de mezclas de caucho (hasta 2 mm); el granulado de goma (2 a 4 mm) para agregado a mezclas asfálticas para pavimentación de rutas, canchas deportivas, etc.; y la valorización energética por coprocesamiento de goma en hornos cementeros: chips de 20 a 50 mm. El aporte material a partir de NFU se puede estimar a partir de que un 10% es alambre, es decir 1 Kg por neumático; tomando un valor de 8000 Kcal/Kg y una sustitución térmica del 20%, implica 2 Kg de alambre por Tn de clinker.
Existen estudios realizados a principios del año 2000 respecto de la capacidad instalada para utilizar el insumo goma en chips o granulada en coprocesamiento que han indicado que bastan tres hornos cementeros para valorizar 120.000 toneladas por año con un 35% de sustitución térmica. No está determinada la capacidad instalada necesaria para el aprovechamiento en otros usos.
Por lo expuesto hay un mercado de NFU que al presente puede estimarse en un total de 980.000 Tn, y que anualmente se incrementa en unas 110.000 tn. netas, descontando lo que actualmente se procesa con la capacidad instalada existente, y que está principalmente en cabeza de dos plantas procesadoras (una en Buenos Aires y otra en Santa Fe), a las que hay que agregar la utilización de NFU enteros en las cementeras de Córdoba, Mendoza y Jujuy.
Por otra parte, la capacidad instalada total de procesamiento podría estimarse en unas 150.000 Tn/año para el año 2025. Esta puede subdividirse en polvo y gránulos para moldeados entre 25.000 y 30.000 Tn/año (dependiendo del suministro, e incremento de la capacidad utilizada, así como mejoras de plantas existentes), 50.000 Tn/año para asfaltos modificados (planta aún no instalada), y 70.000 Tn/año de chips para cementeras (plantas a instalar), ya que implican montos de inversión diferentes.
Desafíos y oportunidades
Se observa un déficit importante de mecanismos de recolección/ recuperación del posconsumo. Dado que los NFU se encuentran altamente dispersos, la recuperación del posconsumo es el aspecto a abordar en primer lugar estableciendo diversas opciones: sea en Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT), sea en gomerías, sea en empresas de transporte de carga o de pasajeros.
Los acopios existentes en basurales o vertederos son el primer objetivo de recuperación. Los Municipios u otros actores privados, de existir interés, deberían en este sentido hacerse cargo de la contratación de los servicios de pre-trituración o trituración primaria para un transporte eficiente a los centros de procesamiento. Los diversos scraps industriales ya cuentan con mecanismos instalados de transporte. Cabe hacer más eficiente este transporte con una trituración primaria.
Tampoco existen instalaciones de pre-procesamiento y equipamiento para transformar los rezagos de goma en insumos de otros procesos. Los CAT deberán realizar solo un proceso de pre-trituración a efectos del transporte de los NFU y gomas a los operadores de estos insumos para los diversos usos finales que se les pueden dar. Se puede prever la instalación de Centros de Procesamiento (CdP) según sean los centros de consumo (i.e. cementeras) u otros usuarios. Los CdP deberán poder procesar a la granulometría del mercado que deseen proveer.
Posibilidades económicas del recupero de neumáticos
Posibilidad de exportación de productos a base de granulados de goma (i.e. pisos). La competencia de similares productos de otras procedencias tiene que afrontar un alto costo de flete. Desde la Argentina se pueden exportar a menores costos, principalmente hacia Sudamérica.
Incorporación de granulados de goma a asfaltos modificados, lo que redundará en una mejor calidad de pavimentos y conservación por tanto de vehículos, así como ahorro de combustibles.
Mejora en emisiones gaseosas de cementeras debido a la disminución de CO2 y NOx.