¿Por qué impulsar el desarrollo de ciudades intermedias?

¿Por qué impulsar el desarrollo de ciudades intermedias?

Por Ana Fehrmann en Linkedin

El sistema de asentamientos argentino está conformado por 3.392 localidades (Censo 2010*). Al clasificarlos en tres grupos se puede observar lo siguiente:
• Sólo 40 localidades cuentan con una población superior a 200.000 habitantes (ciudades grandes y grandes aglomerados). Su disposición se da de forma puntual y concentrada en el territorio nacional con un poco más del 55% de la población del país.
• En el otro extremo se encuentran aquellas con menos de 20.000 habitantes (localidades pequeñas y agrupaciones rurales con menos de 2.000 habitantes). Estas representan una gran cifra en términos numéricos (3.278) y se encuentran presentes en todo el territorio argentino; sin embargo, su población no alcanza el 20% del total nacional.
• En el medio de los rangos expresados, entre 20.000 y 200.000 habitantes, se destacan 198 localidades de tamaño intermedio que concentran casi el 30% de la población nacional. De este conjunto, 58 localidades forman parte de los 33 grandes aglomerados de la Argentina y 47 de ellas son capitales provinciales. Las otras 140 localidades se desempeñan todas como cabeceras municipales.
¿Cuál es el potencial de las ciudades intermedias?
Las ciudades intermedias tienen el potencial de convertirse en polos económicos y sociales para motorizar el desarrollo del país. Esto se fundamenta en distintos factores que las caracterizan: su presencia y distribución en todo el territorio nacional constituye un aspecto fundamental, ya que su crecimiento puede contribuir a equilibrar las desigualdades regionales en torno a la disposición poblacional urbana y concéntrica del país y cooperar para la desconcentración de esas zonas.
Esto podría constituirse en una opción de política pública concreta orientada a reducir los niveles dispares de desarrollo económico y humano y la desigualdad en el acceso a oportunidades de los ciudadanos. El fin último es promover sistemas policéntricos de ciudades que se puedan complementar, asociar y potenciar entre sí, consolidando y dinamizando sus atributos y optimizando su desarrollo económico.
En primer lugar, la importancia de las ciudades intermedias radica en su ubicación geográfica, entre los grandes centros urbanos y las áreas rurales. Por esta razón, su crecimiento y consolidación puede tener la capacidad de generar impactos positivos, ocupando una posición mediadora entre ambas zonas. Debido a ello, se constituyen como centros de servicios, complementando a las áreas circundantes, generando una vinculación interregional, que les permite afianzar y robustecer su desarrollo.
En segundo lugar se advierte que, por un lado, poseen una masa crítica que les permite contar con economías de escala suficientes para el desarrollo y el funcionamiento de la ciudad; y, por el otro, cuentan con una estructura urbana existente más compacta y con una densidad más conveniente que otras ciudades, lo que favorece al consumo más eficiente de los recursos -suelo, infraestructuras, equipamientos y servicios esenciales- reduciendo el costo de los mismos.
Al respecto, se verifica que en relación a las pequeñas y grandes aglomeraciones urbanas de la Argentina, la expansión de estas localidades ha sido menor, por lo que cubrir las demandas de infraestructura sería de un costo hasta 50% menor que en las otras ciudades, haciendo que la mejora en la calidad de vida sea una meta alcanzable.
¿Cómo pueden contribuir al desarrollo sostenible?
Estos núcleos urbanos tienen el potencial para profundizar en los conceptos de proximidad y escala humana, basándose en un modelo de desarrollo sostenible, afianzando ciudades con oportunidades para todos y promoviendo el bienestar de los ciudadanos apoyando el Derecho a la Ciudad.
Asimismo, muchas ciudades cumplen un rol determinado a escala local y/o regional definido según su función -cultural, turístico, logístico, administrativo, industrial, agropecuario, etc-. Así de acuerdo a sus atributos y recursos específicos, unas brindan complementariedad con otras, conformando sistemas policéntricos que les permiten interactuar, colaborar y optimizar su desarrollo, generando sinergias y fortaleciendo el intercambio de recursos, bienes y servicios en su región.
A raíz de lo expuesto es que las ciudades intermedias presentan la virtud y la capacidad para descentralizar la accesibilidad a los bienes y servicios, contribuyendo a una distribución espacial y demográfica más equilibrada. Por esto representan una vía para impulsar el crecimiento económico federal y mejorar la calidad de vida en distintas regiones del país, propiciando el arraigo de sus habitantes, fortaleciendo los lazos comunitarios, descentralizando y favoreciendo la dispersión geográfica de las actividades económicas en el país.
Este potencial puede ser explotado mediante políticas públicas idóneas que realcen sus ventajas y perfiles específicos, apoyándose en las fortalezas que cada localidad y región posee. De este modo, propiciar el sentido de pertenencia y arraigo de los habitantes a su lugar de origen es un “futuro posible” avanzando hacia una Argentina más federal.


*Aún se aguardan los datos desagregados del Censo 2022, para poder continuar profundizando en la temática.

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